Hoy en universohijos.com abordaremos un tema vital, un tema algo peliagudo que en muchas ocasiones genera malestar, pero que es especialmente importante tratarlo sin complejos. Hoy en Universo Hijos nos preguntamos: ¿qué son las proyecciones?, ¿qué son los mecanismos de defensa? y ¿cómo puedo evitar proyectar mis deseos frustrados en mis hijos?
¿Qué son las proyecciones?
- Un padre acompaña a su hija a un partido de fútbol. Su hija juega de portera y el padre se pone justo detrás de la portería durante los partidos. Se pasa todo el partido diciéndole a su hija qué tiene que hacer en cada acción. En ocasiones, la pequeña, desorientada, no sabe si hacer lo que dice el entrenador o lo que dice su padre. A menudo no sabe qué hacer si nadie le indica qué debe hacer. Con cada parada y palomita el padre aplaude eufórico, con cada gol, recrimina a su hija, los fallos.
- Una madre se siente feliz porque su hijo le ha dicho que estudiará matemáticas. Se alegra mucho porque aunque a su hijo nunca le han entusiasmado, siempre ha mostrado grandes aptitudes para esta ciencia. A ella siempre le habría gustado ser matemática.
¿Qué tienen en común ambas historias? que en ambos casos, sus padres proyectan sus anhelos en sus hijos. La proyección es un término acuñado por Sigmund Freud que consiste en ver sentimientos, actitudes o ideas en otro pero que tienen un origen en uno mismo, que por su naturaleza no pueden ser aceptadas por el sujeto y son reprimidas.
La proyección es algo así como ver el mundo a través de un espejo sin ser conscientes de nuestro reflejo. Vemos el reflejo de todo lo exterior, sin darnos cuenta que ese exterior que se refleja, es nuestro reflejo. El ego es poderosamente hábil. Antes que mirar adentro prefiere vomitar para fuera.
¿Qué son los mecanismos de defensa y qué relación tienen con las proyecciones?
Por lo tanto, ¿qué deducimos? Aunque la teoría freudiana es mucho más compleja y extensa, quedémonos en que los mecanismos de defensa son todas esas técnicas inconscientes que actúan como defensores del ego y la proyección es una de ellas.
- La madre tumbada en su cama reflexiona acerca de las palabras de su hijo, quien ha dicho que haría matemáticas. ¿Por qué estudiar durante cuatro años algo que no le apasiona? La madre se incorpora y se acerca a la cama de su hijo. Se sienta a los pies de la cama y le pregunta: ¿Por qué vas a estudiar algo que no te apasiona, hijo?.
- Entre jugada y jugada el padre se recuerda a sí mismo jugando, en aquel campo, bajo esos mismos palos y suspira. Su hija falla y a modo de tertuliano futbolístico televisivo le reprocha el fallo. Se da cuenta que unos padres del equipo rival lo están mirando atónitos.
¿Cómo puedo evitar proyectar mis deseos frustrados en mis hijos?
Evitar proyectar nuestros sentimientos, actitudes, anhelos y deseos en las personas que queremos no es tarea fácil. En general, educar, es una tarea compleja, porque los seres humanos somos complejos. Al final siempre requiere hacer introspección. Siempre tendemos a querer cambiar el mundo sin plantearnos cambiar primero nuestro mundo interno. Incluso cuando intentamos cambiar el mundo, en un noble acto de mejorar, el ego proyecta hacia afuera.
- Recordad a la madre, que cuando analiza neutralmente la situación, recomienda a su hijo estudiar algo que le apasione, más allá de las matemáticas. Ha hecho algo tremendamente difícil pero altamente responsable: dejar su ego a un lado. ¿Lo que yo quiero para mi hijo, es lo que él en realidad desea?
- Quizás la pequeña portera no desea la mejor, simplemente pasarlo bien. Quizás el padre es quién deseaba haber podido ser portero y brillar. No lo consiguió. No pasa nada, no todo puede salir bien en la vida. Y no todo lo que creemos que no ha salido bien, es tan malo a la larga. Hay, perdonad la expresión: hostias que curan. Aunque esto daría para un tema en el podcast. Educar es guiar no imponer. ¿Por qué me genera tanto malestar que mi hija falle? ¿Qué parte de mí, está en ella proyectada?
A modo de conclusión…
Parece que todos los episodios terminan igual pero mirar hacia uno mismo es la clave para ver la realidad con otros ojos. El psicoanálisis entre otras muchas aportaciones, intentó edificar los pilares del autoconocimiento. La exploración de nuestro complejo universo interno.
Conocerse a uno mismo, es responsabilizarse. Por eso siempre defenderé que en las escuelas es clave trabajar la inteligencia emocional, la interpersonal, el autoconocimiento, el aprender a escuchar a nuestro cuerpo y todo ello bajo el paraguas del paradigma de la autoresponsabilidad. Precisamente un abordaje de la educación desde la Teoría de las Inteligencias Múltiples supone ir más allá. La escuela actual, no sólo es anacrónica, sino también ciega…
Ya sabéis que podéis proponer temáticas, exponer vuestros casos y reflexiones en www.universohijos.com/podcast.