¿Qué es el duelo?
Si hacemos una aproximación desde una perspectiva biológica. El duelo es una respuesta fisiológica a la vez que emocional. Durante la fase aguda del duelo, al igual que ocurre en otros acontecimientos estresantes, por lo que hemos repetido en el episodio 21, que el estrés y las emociones influyen enormemente nuestra salud, el sistema inmune también puede alterarse como consecuencia del duelo:
- Disminuye la proliferación de leucocitos -es decir, glóbulos blancos que defienden a nuestro organismo-.
- Se deteriora el funcionamiento de las células asesinas naturales, llamadas linfocitos que tienen como función la destrucción de las células infectadas y cancerosas.
En la infancia
- Pérdida o separación de los padres.
- Pérdida del contacto con el medio del hogar familiar por acontecimientos tales como, el ingreso en un hospital, en un internado o en una escuela.
- En la adolescencia
- Separación de los padres, del hogar y de la escuela.
- En los adultos jóvenes
- Ruptura matrimonial.
- Embarazo (especialmente el primero).
- Aborto (más si es de repetición).
- Nacimiento de un niño disminuido.
- Pérdida del trabajo.
- Pérdida de un progenitor.
- Emigración.
En los adultos y ancianos
- Jubilación.
- Pérdida de las funciones físicas.
- Duelo por familiares o allegados.
- Pérdida del ambiente familiar (ingreso en residencias de ancianos).
- Enfermedad o incapacidad en miembros propios de la familia.
FASES DEL DUELO
A su vez Bowlby planteó cuatro fases en el duelo:
- La fase 1, “fase de entumecimiento o shock”
- La fase 2, “fase de anhelo y búsqueda”
- La fase 3 o “fase de desorganización y desesperanza”
- La fase 4, “fase de reorganización”
Otra clasificación elaborada por Kubler-Ross con los enfermos terminales: “shock”, negación, cólera, negociación, depresión y aceptación.
Aportación de la filosofía
- Epicuro
- El sentido de la vida de Viktor Frankl
En fin, esto es todo por hoy. Ya hemos visto que los duelos son procesos inherentes a la vida. Hemos visto como algunos autores propusieron que existían orientativamente fases.
Lo cierto es que cada duelo es único y que no debemos ceñirnos siempre y encorsetarnos en clave de fases porque la realidad es siempre más compleja y las emociones, pensamientos y sentimientos van fluyendo. La filosofía también nos ayuda a comprender este tipo de procesos que son transformadores.
Si queréis ampliar más os recomendamos la clase del curso de Educación Emocional en la que vemos cómo afrontar los duelos y echad un vistazo a la clase que dedicamos a la emoción Tristeza para comprender la importancia de gestionarla y su función, que lejos de ser negativa a nivel evolutivo tiene muchas cosas a aportarnos.