
Hoy en universo hijos hablaremos de un tema, o mejor dicho, de un gran problema, y es que hoy hablaremos del Bullying. Aunque es un concepto por todos conocido, es importante que delimitemos qué es y qué no es el bullying. ¿Dónde poner el foco para afrontar un caso de bullying? ¿Cómo podemos intervenir?
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¿Qué es el bullying?
Es un comportamiento de dominio, agresividad intencional que se da de una forma repetitiva, prolongadamente y persistentemente en un contexto escolar de un alumno hacia otro. Es decir, se da entre iguales pero es en realidad un tipo de relación de poder en el que uno de los iguales mediante distintos tipos de agresiones, que veremos ahora, adopta el rol de agresor y el otro de víctima.
¿Qué tipos de agresiones existen en el bullying?
- Agresiones físicas
- Agresiones verbales
- Agresiones sociales
- Agresiones digitales
¿Dónde poner el foco para afrontar un caso de bullying?
En un caso de bullying tenemos varios actores. A menudo pensamos que en un caso de bullying hay dos partes implicadas: el agresor y la víctima pero lo cierto es que no es del todo así.
En realidad deberíamos plasmar la relación, que es una relación de poder de este modo:
Aquí podemos observar que en realidad más que dos agentes implicados hay cuatro:
- Afines al agresor: Son el grupo que da soporte al agresor. Este grupo refuerza con reconocimiento social y estatus dentro del grupo al agresor. Aprueban y pueden llegar a participar en las violencias del agresor hacia la víctima.
- Agresor: Persona/s que realizan las agresiones.
- Observadores: Todos aquellos que observan las agresiones pero adoptan una posición pasiva a pesar de ser conscientes del sufrimiento de la víctima y el abuso del agresor.
- Víctima: persona que repetidamente recibe las agresiones y se somete al poder del agresor. Además aquí tenemos que tener en cuenta el papel de la escuela como institución con unos valores cívicos (debe tomar medidas y prevenir, luego lo veremos) y el personal docente que forma parte de esta institución.
¿Cómo podemos intervenir?
Hay varias cosas imprescindibles, y veréis que a pesar de realizar acciones concretas para tratar un caso concreto lo que hay que hacer es trabajar la cultura de la no violencia.
- Escuela: pone medios, protocolos y toma decisiones con respecto a las acciones que implican agresiones del tipo que sean. Esto es, apostar por impregnar la escuela con una cultura no violenta, fomentar los espacios para la medición como forma de solucionar conflictos.
- Formar a los docentes para que sean los líderes de esta cultura, para que sean capaces con las tutorías y otros espacios de trabajo para realizar acciones encaminadas hacia la prevención de la violencia. Pondremos el foco en los observadores porque son justamente ellos quienes pueden denunciar un caso de bullying y censurar socialmente las conductas agresivas del agresor hacia la víctima. El silencio otorga, si sucede, los observadores son cómplices si no actúan.
- Intervenir psicológicamente poniendo el foco en el agresor. Sucede que ponemos el foco en las ayudas que necesita la víctima y olvidamos responsabilizar al agresor. Su malestar interno se refleja en el mundo exterior y en sus relaciones interpersonales.
- Madres, padres: acompañar a la víctima para que coordinadamente con el centro se desculpabilizar a la víctima y se la ayude psicosocialmente. Por otro lado, si es el caso del agresor acompañarlo para que pueda resolver sus conflictos internos. De lo que no hay duda es que la violencia que ejerce el agresor hacia la víctima es debido a un malestar enorme dentro, a una imperiosa necesidad de reafirmarse, llamar la atención… Y esto, ojo, no es ser paternalista, es poner el foco en que el agresor debe trabajarse internamente su malestar, dolor, deseos… Somos responsables de nuestros actos.
En fin, esto es todo por hoy. La conciencia sobre la problemática nos ayudará a prevenir para no tener que curar tanto… ¡Nos escuchamos en el siguiente episodio!