Hoy en universohijos.com hablaremos sobre la cultura del esfuerzo. Es un concepto muy utilizado, en parte para comparar generaciones con un “ antes…” poniendo especial énfasis en el hecho de que las cosas antes costaban. Pero, ¿qué es la cultura del esfuerzo?, ¿el esfuerzo es necesario para el éxito en el desarrollo del talento?, ¿qué es la práctica deliberada y cómo puede ayudarnos a desarrollar nuestro talento potencial?
¿Qué es la cultura del esfuerzo?
La cultura del esfuerzo implica entender que sin tenacidad y perseverancia tener éxito es mucho más difícil. Aunque también existe otra corriente de pensamiento de que esforzarse implica sufrir un poco para recoger los frutos más tarde.
Lo cierto es que aunque sea un concepto compartido semánticamente para todos, para cada uno de nosotros tiene en realidad, un significado distinto cuando indagamos en él. Distinto porque cambia en función de nuestra cultura familiar en lo que a valores se refiere , de nuestras circunstancias y de nuestros aprendizajes.
El niño construye un castillo de arena muy grande cerca de la orilla. Está totalmente absorto. El tiempo va pasando pero él sigue con su construcción incansablemente. Ya sólo le faltan los últimos retoques y quedará perfecto. Las olas cada vez se acercan más, ya están a escasos metros de su castillo, pero él no se da cuenta.
Alinearse con el talento innato
Cuando vamos alineados con nuestro talento innato el paso del tiempo es relativo y la asociación entre esfuerzo y sufrimiento se diluye durante el proceso, aunque luego, una vez terminada la misión, sí podamos realizar tal asociación. Es algo fantástico porque si conseguimos que un estudiante cree cosas alineadas con su talento, no le importará cuánto tiempo tenga que dedicar a esa tarea ni la energía mental que deba poner para lograr el éxito en la tarea. Eso es lo importante para mejorar y desarrollar ese talento.
De repente, una ola, golpea el castillo con toda su fuerza. Éste queda derruido parcialmente. El castillo pierde su forma y ya sólo es simplemente un montón de arena. El niño golpea la otra mitad del castillo con rabia y entre sollozos coge con su mano un puñado de arena y la lanza contra la mar.
Las circunstancias y la relación con el esfuerzo
Las circunstancias y factores ambientales que no controlamos y cómo los elaboramos emocionalmente marcarán nuestra relación con el esfuerzo. Si un niño está esforzándose pero primamos el resultado por encima de todo, a largo plazo tenderá a priorizar el qué por encima del cómo, la finalidad por encima de los medios.
A veces durante el proceso, es decir durante ese “cómo” (y eso en ciencia pasa a menudo) llegamos a la consecución de otro “qué” de otra meta (que en algunos casos ha supuesto un gran logro para la humanidad entera).
¿El esfuerzo es necesario para el desarrollo del talento potencial de un niño o niña?
Es importante el esfuerzo porque implica tenacidad, constancia y perseverar. Sin estos ingredientes, por muy crack que sea un niño en algo tenderá a la mediocridad. Sin práctica no hay desarrollo del talento.
El talento innato es una cualidad o habilidad que posee un niño o niña de forma potencial. Es una semilla. Si yo no la riego con la constancia, la práctica y la perseverancia, nunca va a florecer.
Las circunstancias no las elegimos nosotros, lo que pase fuera, no siempre depende de nosotros. La gran cuestión aquí es la lectura que yo hago aquí con lo que ha sucedido. Es decir, el niño desconsolado puede intentar ver un poco más allá de lo sucedido:
Aunque mi castillo haya quedado destrozado, no importa. El tiempo que el niño ha dedicado a ese castillo, ¡es tiempo en el que ha estado regando su talento!
Es altamente probable que en otra ocasión sea capaz no sólo de mejorar ese primer castillo que construyó sino hacerlo con mucho menos tiempo.
¿Qué es la práctica deliberada y cómo puede ayudar en el desarrollo del talento?
En psicología se han intentado hallar los indicadores del talento. Es decir, encontrar qué es lo que determina el talento. Ericsson propuso que la práctica deliberada, un enfoque que pretendía alejarse de los enfoques que partían únicamente del innatismo y la genética.
Cuidado, no negaba que existiese el talento innato, pero defendía que no se puede acceder un nivel muy alto de desempeño sin una práctica intencional detrás.
Es decir:
- practicar con el objetivo de mejorar el rendimiento
- superar las dificultades que van surgiendo a raíz de la práctica
- buscar siempre nuevos desafíos.
Él incluso defendía que para llegar a ser considerado experto o desarrollar un talento en todo su potencial son necesario al menos diez años de práctica deliberada.
Esto es todo por hoy. Que vuestros hijos hagan su DAFO, para encontrar sus puntos fuertes o talentos, como ya vimos en ese episodio, y que practiquen mucho en aquellas actividades que les apasionan, que educar en la cultura del esfuerzo, de la tenacidad, la perseverancia y la práctica deliberada es una inversión a largo plazo siempre, muy fiable.
Esto es todo por hoy, recordad que podéis proponer temáticas, exponer vuestros casos y reflexiones en www.universohijos.com/podcast.
¡Nos escuchamos en el próximo episodio!