
Hoy en universohijos.com aprenderemos una técnica básica de psicología que permite disminuir conductas que queremos extinguir, es decir, que queremos que no vuelvan a aparecer y por otro lado, favorecer las conductas que queremos potenciar. Hoy en universohijos.com veremos qué es la economía de fichas y cómo puede ayudarnos a motivar en fases iniciales a un niño/a desmotivado.
¿Qué es la economía de fichas?
En capítulos anteriores ya hablamos sobre cómo podemos motivar a alguien que está precisamente lo contrario, desmotivado. Lo cierto es que es muy complejo ya que tiene una base muy cognitiva, es decir, a uno no le puede motivar algo por qué sí, sin precisamente un por qué y un para qué.
La economía de fichas podemos considerarlo una técnica que persigue motivar a una persona a realizar una serie de conductas o a hacer que desaparezcan otras. EL método que sigue: a cambio de puntos o fichas que son intercambiables por reforzadores.
Identificar las conductas:
Es sencillo pero requiere hacerlo muy específico. Es decir, tenemos que dejar muy claro la conducta de la que se trata. Cuidado, porque pongamos un ejemplo, imaginemos que lo que queremos es que cada día haga los deberes. No podemos establecer algo tan genérico como conducta a realizar para obtener puntos. Básicamente porque si lo que se premia es hacerlos, es altamente probable que priorice el hecho de hacerlos lo antes posible, para obtener cuanto antes el refuerzo en detrimento de la calidad, es decir de que estén hechos pero bien.
En este caso podríamos especificar que una parte de los puntos o fichas serán a cambio de hacer la tarea y otros a cambio de hacerlos bien. E incluso en el caso que prioricemos que estén bien hechos podemos hacer que los puntos por hacer la tarea no se consiguen si no logramos primero los puntos por hacerlos bien.
A tener en cuenta para la economía de fichas:
Queremos que el niño/a sea parte activa de la economía de fichas y esté motivado/a para aplicarla.
- Al principio las fichas o puntos se logran más fácilmente que en fases avanzadas (en los videojuegos, hacen lo mismo, al principio pasarse la pantalla, conseguir puntos es fácil). Cuando se logran un 80% de las veces la conducta hay que complicar la obtención de las fichas.
- Premiar al principio conductas parecidas a la o las que queremos lograr. Ej queremos que se acostumbre a hacer los deberes y bien. Podríamos dar puntos por el mero hecho de no olvidarse de ningún libro, por tenerlo todo anotado en la agenda, etc… Son conductas fáciles de llevar a cabo y que a la vez son imprescindibles para lograr la conducta objetivo.
- Listado de todos las conductas que queremos que se produzcan con la traducción en puntos o fichas que se logran.
- Negociar conjuntamente el intercambio de las fichas por reforzadores. Con esto no significa que tenga que ser cosas materiales. Puede ser ir al parque, jugar juntos a un juego, hacer deporte, preparar una receta, un masaje, la película que quiera, comer pizza un viernes, etc…Digo negociar porque es el niño quien tiene que llevar a cabo las conductas y es indispensable que se sienta parte activa, no pasiva. Tenemos que implicar a la persona en los logros.
- Tiene que haber reforzadores que se consigan al cabo de un tiempo y otros instantáneos. Los últimos nos permiten implicar y motivar a la persona, los segundos que mantengan la motivación hasta el final.
- Negociar cómo serán las fichas pueden ser gomets o pegatinas que ellos mismos elijan.
- Hacer conjuntamente el tablero con los puntos.
¿Cuál es el problema?
Que la motivación para realizar una conducta no es intrínseca (viene de la voluntad del sujeto) sino que es extrínseca (viene motivada por factores externos: conseguir puntos o fichas).
El peligro es que si abandonamos la economía de fichas y dejamos de dar puntos a cambio de., podríamos encontrarnos que la conducta no aparezca sin puntos.
Lo que estamos haciendo es que él o ella vea como finalidad algo que nosotros lo contemplamos como un medio. Me explico, nosotros hemos instaurado la economía de fichas para lograr que aumenten o desaparezcan determinadas conductas pero el niño/a percibe la economía de fichas como la finalidad.
Aunque esto sea un hecho, es mejor dar un pequeño salto hacia lo que queremos lograr incentivar, que esperar a que la intrínseca aparezca, porque podría no aparecer nunca, si no damos estos pequeños pasos. Cuando el hecho de hacer los deberes bien se convierta en un hábito, la motivación intrínseca irá apareciendo paulatinamente.
Ya veis que es una técnica fácil de aplicar, que en varios estudios (Espada, Méndez & Orgilés, 2005; Moreno, Lora & Guerreiro ,2003) ha demostrado su efectividad y que nos ayuda a pasar a la acción. Con ella podemos resolver el problema de no poder hacer nada si él o ella no quiere hacerlo porque no está motivado.
En fin, esto es todo por hoy. Recordad que podéis proponer temáticas, exponer vuestros casos y reflexiones en www.universohijos.com/contactar.
¡Nos escuchamos en el próximo episodio! ¡Muchas gracias!
Aprende perlas de psicología para motivar
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