
Hoy en Universo Hijos hablaremos de la importancia de una educación basada en valores. ¿Qué son los valores? ¿por qué son importantes para el proceso educativo de cualquier niña o niño?
Antes que nada, os recordamos que hemos abierto dos formularios de prelanzamiento de nuestros dos cursos sobre Perspectiva de género y educación sexual y Educación emocional. Como agradecimiento, a todos los que nos escucháis que ya sois muchos más de los que nos habríamos podido imaginar os ofrecemos un 50% de descuento 🙂
¿Qué son los valores?
Los valores son ideales, son construidos y trascienden nuestra realidad. Digamos que la realidad es la que es y los valores que se mueven por ideales, plasman el mundo en cómo debería ser. Es lo que da sentido a nuestra forma de hacer en el mundo y a nuestra forma de pensar.
Algunos valores podrían ser el amor, la justicia, la honestidad, la libertad, la lealtad, el respeto, la salud, la familia…
Cada persona tiene unos valores que capitalizan su modo de pensar y priorizar hacia dónde dirigir sus acciones. Cada familia, las empresas, los grupos de personas y las sociedades tienen valores compartidos ideas e ideales sobre cómo tiene que ser la realidad.
En relación a la educación algunos valores pueden ser el esfuerzo, la constancia, la tenacidad, el desarrollo personal, el desarrollo cognitivo…
Lo cierto es que algunos de los valores de la escuela clásica tienen que ir mutando hacia valores del siglo XXI.
Crítica al término «éxito académico» en la escuela clásica
- Se vive con la idea de que ser un buen estudiante implica sacar buenas calificaciones.
Formarse para expandir el conocimiento es una herramienta imprescindible pero actualmente aún asociamos la adquisición de conocimiento con la idea de que saber es memorizar. - El conocimiento tiene que ser una herramienta para mejorar nuestro día a día, para mejorar nuestra vida y para desarrollar nuestro potencial.
- El conocimiento es más una herramienta mutable que un concepto inmutable y único. El conocimiento fluye. Tenemos que trascender la idea de que ser buen estudiante es sacar buenas calificaciones porque hemos memorizado cuatro o cinco ideas que se encuentran dentro de un libro.
- El conocimiento tiene que basarse en la experiencia, en términos de utilitarismo.En la escuela clásica existe la idea de que hay respuestas y un conocimiento correcto y otro incorrecto. Lo cierto es que el mundo real no se mueve en una dicotomía de correcto incorrecto sino que todo tiene matices. No olvidemos que en lo incorrecto también puede haber la solución a un gran problema.
- Las empresas del S.XXI necesitarán equipos humanos en formación contínua porque el conocimiento avanza a velocidad vertiginosa. También necesitarán a personas capaces de pensar distinto, creativas y capaces de pensar distinto para aportar soluciones a problemas sin solución aparente.
- El conocimiento de algo no es la finalidad, el conocimiento es la herramienta para solucionar problemas y avanzar. Fijémonos, ahora es precisamente al revés, el conocimiento único que transmite una persona (el profesor/a, maestro/a) que se coloca en posición de saber y decide si sabemos lo suficiente evaluándote a través de un examen.La figura del profesor tiene que verse más como la del orientador, el facilitador que acompaña al alumno/a durante su proceso educativo. El conocimiento ni es de nadie ni nadie lo tiene. Vuelvo a repetir, el conocimiento fluye.
La escuela se olvida de las inteligencias múltiples y su potencial
En la misma línea se considera que la escuela debe transmitir un conocimiento objetivo y dotar de herramientas externas. ¿Acaso no es importante cultivar nuestro interior y aprender a convivir en sociedad? Gardner habló de los siete tipos de inteligencia, os remito al episodio a ese episodio en el que hablamos sobre las inteligencias múltiples.
Esta teoría es especialmente interesante porque visibiliza otras formas de inteligencia que trascienden a las típicas herramientas para medir el CI, esa idea de que la inteligencia no solo no es innata, que además es trabajable y se expande. Además de la matemática y lingüística hay una inteligencia musical, espacial, naturalista, cinestésica y dos muy en la sombra: la intrapersonal e interpersonal.
Ambos tipos de inteligencia son el pilar básico de la inteligencia emocional:
- La intrapersonal hace referencia al conocimiento hacia uno mismo, a la capacidad para auto-observarnos y para cultivar nuestra riqueza espiritual.
- La interpersonal es la inteligencia relacionada con la competencia comunicativa, con nuestra capacidad para ser asertivos, para negociar y para trabajar con los demás.
En el mundo laboral ambas inteligencias nos permiten ser capaces de trabajar en equipo, de convivir en el día a día y de garantizarnos nuestra expansión personal, nuestro desarrollo, la consciencia de todo lo que podemos aportar dentro de una empresa. Nosotros somos el valor en sí. Trabajarnos internamente para expandirnos externamente.
Dos grandes valores: constancia y tenacidad
Finalmente quiero poner en relieve la importancia de dos grandes valores como son la constancia y la tenacidad. Podemos hacer hincapié en la importancia de la formación como herramienta o media para desarrollar la creatividad y solucionar problemas complejos. Podemos poner en relieve la importancia de cultivar nuestras inteligencias y buscar la expansión personal. Pero es imprescindible para lograrlo ser constantes y tenaces.
La constancia y tenacidad nos dan ese plus para seguir motivados con una tarea por mucha dificultad que plantee, nos focaliza hacia el logro. Transmitir la idea de que las cosas no se obtienen con facilidad, de que hay que trabajar duro para lograr objetivos ambiciosos es indispensable.
En nuestra cultura de la inmediatez que implica que se busca el refuerzo inmediato es un gran valor a trabajar. En episodios anteriores ya hablamos de la importancia de impregnar a las nuevas generaciones con la cultura del esfuerzo.
En resumen…
Para lograr el éxito laboral en un mercado incierto y que en muy pocos años se habrá transformado increíblemente, con posiciones laborales que prácticamente habrán desaparecido y otras que nacerán es importante que cultivemos los valores anteriormente mencionados:
- Tener claro que el conocimiento es algo que va mutando y es una herramienta y no una finalidad. Es algo que se descubre a través de la experiencia, del error y que tiene como finalidad poder resolver problemas complejos.
- La idea de que el gran valor, somos nosotros mismos. Que el gran valor es nuestra esencia y tenemos que invertir en autoconocimiento para explotar al máximo nuestras cualidades. Necesitamos a jóvenes con inteligencia intrapersonal que sepan cuál es su misión de vida.
- Y Finalmente, para que todo esto sea posible hay que trabajar la constancia y la tenacidad, porque nada se obtiene fácilmente y para lograr nuestra misión de vida hay que ser muy constante.
Quiero recordaros que hemos abierto redes sociales en Instagram y Facebook donde podréis seguir las aventuras de Araceli, nuestra joven protagonista. En el último episodio hablamos de las pataletas. Nivel de ira 10, nivel de adrenalina 10 y nivel de control de la situación de cero patatero. Un drama. Descubrid cómo terminó todo. Madres, padres y educadores/as perfectos no los hay, pero se hace siempre todo lo bien que se puede 😉
Madres, padres y educadores, nos escuchamos en el siguiente episodio.